Algunos
productos químicos toxicos fueron
vertidos deliberadamente para eliminar algunas plagas de insectos.
Uno de estos pesticidas fue el DDT (Dicloro
Difenil Tricloroetano),
que se uso para controlar la población de mosquitos y eliminar otro tipo de
plagas.
En ese momento se sabia que el DDT no
se descompondría y podría mantenerse en el medio ambiente durante varias
décadas sin perjudicarlo. Normalmente se aplicaba a las plantas y a veces
incluso entraba dentro de los suministros de agua. Allí algunos organismos
microscópicos absorbían estos residuos. Los peces se alimentaban de estos
organismos y el DDT se almacenaba en sus tejidos adiposos. Y cuando estos peces
eran ingeridos por grandes aves la biomagnificacion que se produjo fue todavía
mayor.
La primera señal de que había un
problema fue el descenso del numero de aves que se alimentaban de estos peces.
Algunos estudios demostraron que los huevos de estas aves se rompían muy
fácilmente, hasta llegar al punto de que el peso de la madre al sentarse encima
de los huevos para incubarlos podía llegar a romperlos. Se llego a la conclusión
de que el DDT se estaba almacenando en el organismo de estos individuos y
estaba interfiriendo con el calcio que se necesita para que la cascara del
huevo sea lo suficientemente dura.
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